LOS MEJORES CÓMPLICES DE LA OPOSICIÓN EN VENEZUELA
La ineficiencia administrativa, la falta de visión política y el bajo nivel de compromiso y de formación revolucionarios que exhiben muchos de los responsables de la dirección del Estado venezolano podrían convertirse, a la larga, en los mejores cómplices de la oposición fascistoide para dar al traste con todo aquello que ha significado el proceso revolucionario bolivariano socialista en Venezuela e, incluso, en las demás naciones de nuestra América.
Por ello mismo, el debate político e ideológico debiera constituir la mejor herramienta a utilizar para fortalecer la convicción y el compromiso de la militancia chavista y revolucionaria en todos los niveles posibles, lo cual serviría, a su vez, para lograr los avances necesarios que establezcan las condiciones objetivas y subjetivas que aseguren la continuidad y la consolidación del proceso revolucionario bolivariano socialista, sin que sus enemigos de clase puedan aprovecharse de sus debilidades, inconsistencias y contradicciones. Al respecto, los militantes chavistas y revolucionarios, en especial aquellos con responsabilidades de dirección política y de gobierno, tendrían que esforzarse algo más en comprender que el escenario político nacional, con el resurgimiento de algunos hechos violentos aislados y minúsculos de parte de los grupos fascistas de la oposición, exige actuar -ahora con mayores razones que antes- con determinación para concretar la transición al socialismo bolivariano revolucionario.
Esto último obliga -ineludiblemente- a hacer realidad, de manera consciente y sostenida- la democracia participativa y protagónica, de manera que la soberanía popular sea capaz de influir en los cambios estructurales que deben producirse a lo interno del Estado venezolano, transformándolo, en consecuencia, en un Estado socialista y comunal que corresponda fielmente a la voluntad soberana de las amplias mayorías populares y no de una minoría social, política o económica. Hace falta, por tanto, empezar a cumplir con seriedad y suficiente voluntad política para concretar todos los propósitos inconclusos del Comandante Hugo Chávez. No puede haber, entonces, comportamientos irresponsables y cuartorepublicanos por parte de quienes ejercen cargos de elección gracias al liderazgo carismático de Chávez, limitándose éstos a darle más vida a las viejas prácticas demagógicas y clientelares que tanto caracterizaron a los gobiernos y a la dirigencia política del pasado puntofijista. Es hora que el pueblo consciente y organizado sepa distinguir entre quienes se afanan en satisfacer sus mezquinos intereses y aquellos que buscan definir y construir un nuevo orden social, económico, cultural y político, inspirado en los ideales e historias de luchas de resistencia de nuestros pueblos.-
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