LO QUE AMENAZA EL AVANCE DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
La falta de claridad ideológica por parte de quienes se mantienen al frente de las distintas instancias del poder constituido respecto a cuáles serían las causas que originan los distintos problemas coyunturales y estructurales que afectan a la población venezolana es lo que ha permitido la persistencia de los mismos, lo que tiende a agravarse más al mantenerse prácticamente inalterables los métodos administrativos existentes en el pasado, cuestión ésta que impide grandemente el avance cualitativo -como las condiciones subjetivas y objetivas- que facilitarían la construcción socialista de un nuevo tipo de sociedad en el país. Tal falta es la piedra angular sobre la cual se asentaría eventualmente la ofensiva de los enemigos del proceso revolucionario bolivariano socialista, confiados en que ello les permitirá acceder al poder en cualquier momento, dada la separación evidente entre quienes ocupan cargos de gobierno y de dirección política y aquellos que, desde las bases chavistas, aún mantienen su empeño en hacer realidad la revolución bolivariana en Venezuela.
Al desdeñar de manera sistemática la formación ideológica y política de los sectores populares (al igual que el debate revolucionario permanente), optándose -básicamente- por la atención y la satisfacción primaria de sus necesidades materiales, la dirigencia del chavismo (sobre todo, aquella en influyentes cargos de gobierno) da pie para que el arraigo del proceso revolucionario bolivariano socialista se sostenga en base a promesas y gratificaciones económicas, especialmente en épocas electorales, empleando el clientelismo político clásico de adecos y copeyanos. Esto ha ocasionado que el entusiasmo y el compromiso revolucionario del pueblo en torno a la figura de Hugo Chávez esté, de alguna forma, diluyéndose paulatinamente, a tal punto que pudiera vaticinarse, con más pena que gloria, el fin del proceso revolucionario bolivariano socialista, por lo menos en lo que fuera su esencia fundamental en el comienzo, extraviándose, por tanto, su razón de ser.
Ciertamente, el error de muchos de nuestros gobernantes "revolucionarios" es creer que al pueblo venezolano sólo le basta disponer de un mínimo de recursos económicos mediante los cuales satisfaga su largamente postergada hambre consumista. Esto los ha convencido además que el tema de la formación teórica es algo secundario, inútil y poco menos que incomprensible y aburrido para los sectores populares, minimizando y olvidando la tarea pedagógica emprendida por el Comandante Hugo Chávez a lo largo y ancho de Venezuela en todas sus intervenciones públicas, como también el importante papel cumplido por la gente de a pie en la defensa en todo momento de la constitucionalidad y de la continuidad del proceso revolucionario bolivariano socialista; lo que contraría totalmente su posición reformista. Es así entonces que, por un lado, observamos a una dirigencia ensimismada en la conservación de sus privilegios y, por el otro, a un significativo contingente de revolucionarios y chavistas que continúan enfrascados en no permitir que el proceso revolucionario bolivariano socialista fracase de cualquier modo. En la definición y superación de esta contradicción, se halla contenida la sobrevivencia y vigencia del proceso revolucionario bolivariano socialista, cuestión que no podría prolongarse interminablemente, consumiéndose a sí mismo y reduciendo entonces las posibilidades de su triunfo definitivo.-
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