REVOLUCIÓN POR ENCIMA DE CUALQUIER RAZÓN POLÍTICA
En el escenario político nacional actual, a los militantes revolucionarios y chavistas les correspondería asegurar, por encima de cualquier situación o razón política que trate de impedirlo, la Revolución y el ejercicio cotidiano de la democracia participativa y protagónica desde los espacios de construcción del poder popular, no bajo los parámetros representativos habituales que todavía perduran sino con un profundo contenido revolucionario y socialista, de una manera directa, lo que se reflejaría en la modificación profunda de las relaciones de poder al invertirse la pirámide jerárquica entre gobernantes y gobernados.
Esta tarea es vital para que puedan superarse todas las dificultades surgidas, especialmente en estos últimos cuatro años, incluyendo el hecho de tener gente reformista instalada en importantes cargos de gobierno, cuyo único mérito es haber aprovechado la oportunidad de ascender económicamente, pero nunca el de propiciar las condiciones adecuadas para lograr, en un primer plano, la transformación estructural del Estado liberal burgués vigente, como lo reiterara Hugo Chávez cientos de veces, y en un segundo plano la transición al socialismo revolucionario.
Esto supone deponer posiciones individualistas o sectarias que en nada contribuyen a crear e impulsar una propuesta revolucionaria viable, concisa y unitaria, que no se limite a lo estrictamente electoral, como ocurrió, por ejemplo, con la conformación del Gran Polo Patriótico, el cual sólo ha servido para aportarle votos a las candidaturas del PSUV y, en menor grado, para compartir alguna cuota de poder.
En tal sentido, los revolucionarios y los chavistas dispuestos a asumir esta propuesta (vista y entendida de un modo revolucionario novedoso) deberían estar dispuestos también a evaluar objetivamente la gestión gubernamental cumplida hasta ahora, lo cual ayudará a recuperar y a redireccionar los planes o programas implementados.
La idea central es que chavistas y revolucionarios comprendan que la coyuntura representada por la suspensión de los comicios regionales y municipales abre las oportunidades para que una propuesta revolucionaria de nuevo tipo surja y se multiplique, formando, organizando y movilizando a los sectores populares para que la revolución socialista sea una realidad permanente y no solamente retórica, como lo entienden y repiten muchos.-
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