NI CABALLOS DE TROYA NI QUINTAS COLUMNAS
“Tomar el poder puede ser relativamente fácil, pero, mantenerse ahí, es extraordinariamente difícil”, afirmaba Vladimir Lenin. Esta es una realidad que ha vivido todo gobierno a través de la historia, sea cual sea el signo ideológico que lo identifique y los intereses que defiende. Por eso, su desgaste progresivo representa una de las mayores preocupaciones que tienen ante sí quienes han accedido al mismo, olvidando el origen o causa que los catapultara al nivel privilegiado que ocupan, secundados muchas veces por el fervor de las masas.
Generalmente, tal situación ocurre cuando la concepción del poder resulta similar a aquella que se pretende desplazar, sin que haya un cambio estructural -sustancial- que dé cuenta de las transformaciones políticas, económicas, sociales, culturales y militares que integrarían el nuevo proyecto de sociedad. Si ello no está marcado por esta característica primordial sólo existe entonces una vulgar ambición de poder por el poder, así tal ambición se encubra bajo una retórica aparentemente revolucionaria. De ahí que surjan las exigencias de una incondicionalidad absoluta, carente de cualquier asomo de crítica o denuncia, que haga posible la perpetuación en el poder de una minoría en nombre de una mayoría, haciéndole saber a esta última que ello es necesario, por el bien de la Patria, inserto en una ideología acomodadiza, demasiado conveniente para muchos “dirigentes” mediocres, oportunistas y demagogos que explotan la credulidad de los sectores populares.
Así, se llega al colmo de señalar que las deficiencias, errores y desviaciones, sumados a la corrupción de algunos funcionarios públicos, es parte de las embestidas de una quinta columna y, en algún caso, de caballos de Troya, representados por enemigos encubiertos del gobierno que se dedican a minar su gestión desde adentro, sirviéndoles de excusa casi de manera permanente cuando la realidad es completamente distinta a la que se denuncia. De esta manera, aquellos que arribaron al poder, revestidos de un aura de renovación y revolución, terminan por actuar igual que sus antecesores, apegados a una especie de manual que los hace alejarse de las expectativas y las necesidades populares, repitiendo las mismas inconsecuencias de los gobiernos del pasado.
A ello habría que agregarle la estructura centralista y vertical del Estado burgués vigente, el cual obstaculiza un mejor desenvolvimiento democrático e independiente de los diferentes movimientos sociales que pudieran organizarse en la búsqueda de una mejor calidad de vida y en la defensa de sus derechos humanos y constitucionales más elementales, cuestión que facilita la vigencia de un clientelismo político que restringe y daña el ejercicio de una democracia realmente participativa y protagónica. Por esto mismo, difícilmente podría hablarse de quintas columnas y de caballos de Troya, puesto que la lógica del poder en nuestros países, principalmente, sigue los mismos patrones que en otras latitudes.
De aceptarse como cierta tal afirmación, los agentes de dichas columnas y caballos de Troya serían entonces quienes demandan una mayor compenetración de los gobernantes de turno con los ideales democráticos que enarbolaran para conquistar el poder (a través de las armas o por el voto popular), resultando en consecuencia “extraños” a la trama de complicidades e intereses de éstos y de su entorno. Para aquellos que usufructúan el poder, sería cosa sencilla endilgarles tal acusación, convencidos de la grave amenaza que representan para sus intereses, en vista que expondrían al sol las garrafales contradicciones de su gestión pública.-
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Lucas Blanco Acosta -
El frenesí por lograr un Monopolio Mercantil Mundial, que solo beneficie a los grupos económicos que componen el Corporativismo Inglés, ha llevado a estos, a dirigir secretamente el crimen organizado por más de dos centurias en el mundo. Estas organizaciones criminales se encargan de incentivar en todo ámbito, la pobreza y la delincuencia; para que abunden sectores sociales víctimas de estos flagelos y otros consecuentes, como la guerra y la droga.
El fin es inducir en estos sectores afectados el anhelo de vanas ideologías, con sus falsos redentores; estas mismas organizaciones criminales procesan, dirigen y promueven estos líderes salvadores; la creación de este contexto es para poder aprovecharse de las libertades, reivindicaciones y derechos de los desposeídos y desadaptados, para usarlos como justificantes; que impulsen el caos, destrucción y despejes de espacios, que puedan llegar a ser competitivos y contrarios a los intereses monopolistas del Corporativismo Inglés.
Esta Alianza Inglesa domina el mercado mundial desde hace siglos, ella financió con tales fines la aparente revolución francesa y las supuestas independencias americanas. No es Inglaterra quien actualmente gobierna el mundo, se trata de una TESTAFERRA, la llamada Corporación Británica. Esta se apoderó de Inglaterra después de difundir momentánea y falsamente que Napoleón ganó en Waterloo; así lograron bajar las acciones y se apoderaron de la economía de Londres. Ya dominados Francia y España, incitaron con ideas, préstamos, pertrechos y tropas, las falsas independencias de sus colonias; ya, especiosamente lo habían logrado en EEUU. De la economía de Europa se apoderan en su reconstrucción (Plan Marshall), principal fin de la II Guerra Mundial.
Hoy dirigen mediáticamente la diatriba de derecha e izquierda, antisemitismo y sionismo etc., sus grandes negocios de la explotación de pobreza, inseguridad, banca, droga, e industria bélica, es la fuente de su poder. Todo ha sido dirigido a través de sectas secretas, que en las independencias también obedecían a Londres y era la afiliación común de Los Héroes Emancipadores. Dichos LÍDERES Y HÉROES DE PAPEL hoy se multiplican en diferentes países e instituciones; el fin es el embaucamiento de las mayorías; para despojar a las diferentes naciones de sus bienes y servicios, manipulándolos hasta el caos o destrucción total del orden actualmente establecido en ellos; para instaurar un Nuevo Orden Mundial; donde solo la Corporación Británica tenga las preeminencias.
Puede corroborar, este esbozo, en los diferentes libros y escritos de esta web:
www.lucasblancoacosta.com