REVOLUCIÓN DESDE LA REALIDAD VENEZOLANA
La articulación práctico-teórica de los saberes y las luchas populares es uno de los fundamentos sobre los que debería llevarse a cabo una verdadera revolución bolivariana, socialista y eminentemente popular en Venezuela. Sin ella -aunque se apele al conocimiento y práctica de experiencias históricas y aportes teóricos de otras latitudes y tiempos, todos importantes, sí, pero no totalmente adecuados a la realidad venezolana- todo proyecto revolucionario subsistirá como mera ilusión.
Así, es vital que se piense desde la realidad misma del país, recurrir a su memoria histórica de luchas, desde el momento en que nuestros pueblos originarios iniciaron su lucha de resistencia contra los invasores europeos hasta el presente, revisando las causas y las consecuencias de cada lucha emprendida, esencialmente, por los sectores populares, antes que fijarse mayormente en la figura de quienes se destacaron al frente de las mismas. Otro elemento fundamental a considerar es la comprensión respecto a la influencia ejercida por la ideología de los sectores dominantes sobre las capas y sectores subordinados, manifestada a través de diversos aspectos, pero escasamente percibida por estos últimos; contribuyendo dicha ideología a mantenerlos en un estado de indefensión, dependencia y sumisión perpetuo, pese a constituir el mayor porcentaje de la población y de atribuírseles el ejercicio inalienable de la soberanía nacional.
Desde este punto de vista, podríamos concordar absolutamente con lo expuesto por el Libertador Simón Bolívar ante el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819: “¿Queréis conocer los autores de los acontecimientos pasados y del orden actual? Consultad los anales de España, de América, de Venezuela; examinad las leyes de Indias, el régimen de los antiguos mandatarios, la influencia de la religión y del dominio extranjero; observad los primeros actos del gobierno republicano, la ferocidad de nuestros enemigos y el carácter nacional”
Sin negar a rajatabla los estudios y orientaciones teóricos hechos con el propósito de darle explicaciones y viabilidad a lo iniciado por Hugo Chávez a partir de 1999, se hace preciso amalgamar en un todo -explicando, por supuesto, las diferencias existentes entre cada uno de los procesos históricos referidos, investigados o consultados- las resistencias y las rebeliones protagonizadas, en un amplio sentido, por el pueblo a través del tiempo, gran parte de las cuales estuvieron (y están) motivadas por demandas no siempre satisfechas en relación a obtener un mayor grado de mayor participación democrática y de justicia social.
Si todo esto fuera relevante y constante en la promoción y el desarrollo de los cambios políticos, económicos, sociales y culturales que tiendan a desembocar en una revolución popular irreversible, habría entonces un salto cualitativo, motorizado éste por un nivel de conciencia revolucionaria, forjado a través de la lucha y del debate constantes, algo que debiera reflejarse en la transformación estructural (en un sentido general) que se requiere para instaurar un nuevo modelo civilizatorio en el país.
Al respecto, habría que recordar con Chávez que “cada día habrá que construir más instrumentos para la democracia directa y romper la trampa de la democracia representativa, que termina siendo al final una dictadura, la dictadura de una élite en contra de los intereses del pueblo” Considerando estrictamente estas palabras de Chávez, se hace preciso que los movimientos populares se muestren capaces de trascender el viejo modelo representativo y asuman desde sus propios espacios, autónomamente, la definición, el diseño y la implementación de esta democracia directa. En la medida que los sectores populares estén dispuestos a alterar radicalmente las viejas reglas del juego de los sectores dominantes, imponiendo a cambio su hegemonía democratizadora y emancipadora, en términos de empoderamiento democrático, de disminución decidida de sus niveles de pobreza y de garantía efectiva de sus más elementales derechos humanos, existirá siempre la posibilidad de concretar la revolución bolivariana, socialista y popular que se procura hacer en Venezuela.-
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